Los emos: Una especie en serio peligro de extinción. Poco a poco su MODA dejo de estar entre las preferencias de los pubertos sin rumbo. Su supuesta melancolía y depresión se esfumo más rápido que la bruma mañanera en cuanto recibe la caricia del sol. Pero ¿puede la melancolía, la verdadera melancolía, estar de moda? ¿Un sentimiento tan profundo, tan abismal, tan desesperanzador, puede estar de moda? Los emos demostraron que si, pero superficialmente, como si mostrarse tristes y ensimismados los hicieran únicos y especiales, cuando lo único que hacían eran dejarse llevar por la corriente como un vulgar pescado muerto.
Pero esto no es lo única vez que ocurre esto. ¡No señor! Un ejemplo de esto en cuando el “libro maldito” de Goethe: Las penas del joven Weber, se puso de moda entre sus jóvenes lectores la tremenda tristeza del protagonista. Incluso se puso de moda su look: el cabello largo, desordenado (algo inusual en la época), chaqueta negra y pantalones negros. Si embargo, la magistral obra del mayor autor alemán transpiraba una desesperación insoportable, un dolor existencial tan grande que llevo a que muchos de sus “leyedores” se suicidaran al terminar de leerla, desencantados con el mundo y sus propias vidas ¡Exactamente como Weber, el protagonista! (¿Ya ven porque lo del “libro maldito”?)
Y no es el único ejemplo: La fértil autora y gran narradora Karen Blixen, que vivió a finales del silo XLX, en su cuento de La Inundación, relata sobre un joven noble llamado Jonathan Marsk, quien, presa de una enorme depresión, comenzó a vestirse de negro, dejarse el pelo largo y enmarañado (algo que parece ser común entre la gente dark ¿se han fijado en Robert Smith, de The Cure) Sin embargo, el ser un personaje sumamente popular e influyente, galán y modelo a seguir, todos en la ciudad agarraron su forma de ser como patrón de moda, como dicen un personaje “Demuestra tu desprecio al mundo (…) Que vea esto la chusma. No hay mejor aviso para un hombre melancólico de moda. Todos te seguirán y harán un lindo contraste con tu negro profundo (…) Te digo con toda sinceridad, que tu melancolía es la moda del día. Los jóvenes elegantes de Copenhague visten de negro y hablan con desprecio y desden del mundo, y las damas murmuran sobre el sepulcro”
¿Algún parecido con la situación actual? ¿Coincidencia o destino?
Tal vez la mayor diferencia es que la mujeres antes entraban en depresión y ahora, las emos parecen enfrascadas en una batalla interna para ver cual es la mas puta, cual enseña mas en las fotos, cual hace mas guagûis en una noche, etc., etc.
Pero ¿los tiranetas con quejamos? ¡Claro que noooo! A todos les encantan las emos, pues en todas las tribus urbanas saben que ellas son las más fáciles, cachondas, nalgasprontas y chupapitos de todas. A todo: metaleros, oscuros, punks, skatos, a todos les gustan las emos pues, cuando uno de ellos ve a una emo, suelen decir “¡Miren, una emo, hay que invitarla y con un par de cervezas seguro coge con nosotros cuatro y además, no le pone pedos a grabarse en video y aparecer en Internet!”
¡Ja, ja, ja! Auque la modita emorrágica ya se la llevo en viento, todavía queda por ahí las jariosas pruebas de que estas hembras enseñadoras llegaron a existir, como esta suculenta rubia, que viene a deslumbrarnos con su blonda belleza y labios de mamadora, para decirnos, que, auque la supuesta “filosofía” era una verdadera mierda, el look en sus féminas era algo digno de ser recordado… la neta!!!
¡Quiero ser el osito!
La carita lo dice todo: ¡Que buen revolcon le dieron anoche!
“¡Carajo! anoche no dormi nada y ahora, ¡Traigo un sueño!”
“¡Futa, que weba traigo. Ahorita no me ha caido ni un cliente”
“¡Chin, ayer se me olvido tomarme la pastilla, espero no haber quedado embarazada de alguno de los siete cabrones!”
Yo pondria la misma cara si estuviera tan cerca de los labios… de la chica
ZZZzzzZZZ…(ronquido)…..ZZZzzzZZZ…(ronquido)…..
“¡No mames, esa escena porno esta bien chingona!”
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